Los franceses llaman bourgeois -burgués- al look formal y arreglado de las señoras de la alta sociedad. ¿Aburrido? Tal vez, pero el estilo Lady like es una de las tendencias que dominaron las pasarelas de otoño-invierno (y viene con un twist).
Tailleurs sastreros de corte impecable, faldas midi (tableadas o rectas) y abrigos perfectos confeccionados en materiales nobles como tweed, houndstooth o prícipe de Gales… Estas son las piezas básicas del estilo Lady like que es furor. Se trata de una vuelta a los clásicos y a los símbolos de status social de la moda. Así, los tejidos de cachemira, los foulards de seda, los lentes de firma y los accesorios icónicos como las cartera Kelly bag de Hermès o la 2.55 de Chanel vuelven a ser protagonistas. ¿A qué se debe el fenómeno Lady like? Probablemente se relacione con la crisis mundial en un intento de volver a un pasado que se percibe como más “seguro” (y también de rescatar del guardarropa de mamá o de la abuela esos tesoros y, ¡aprovecharlos!). Los cierto es que el bougie -bourgeois abreviado-, que es como también se conoce al look Lady like, estuvo en la mente de muchos diseñadores y cada uno le puso su impronta.
En sintonía con la generación X
Los trendsetters le dijeron si a las polleras, a las blusas con jabot y a los tacones Luis XV, pero cada cual a su manera. El chic burgués y moderno del estilo Laddy like se vio en casi todas las pasadas de Céline (que incluyó aditivos como camperas bomber de gamuza), lo mismo que en el de Burberry: la clásica firma inglesa jugó con la deconstrucción y apostó a la modernidad. También se vieron sacones de cuero en Tod’s y las maxiproporciones estuvieron a la orden del día en el desfile de Louis Vuitton; los colores pastel y neutros fueron los favoritos en las pasarelas de Alberta Ferretti y Balenciaga, e irregularidades y sobrefaldas en Fendi. Chic, formal, elegante… Las millennials juegan a ser damas y las señoras se aggiornan.