Olvidar a tu ex no se negocia

Por más anunciada que sea, no es fácil superar una ruptura. Y en el mundo hiperconectado en el que vivimos, los rastros de lo que fue ese gran amor aparecen una y otra vez reflejados en los espacios compartidos, pero también en las redes sociales y en las miles de fotos que guarda nuestro celular. Hoy más que nunca, pareciera ser que olvidar a un ex es una tarea titánica, pero absolutamente necesaria si queremos volver a apostar al amor.

Es cierto que no somos Shakira como para escribir una canción con Bizarrap y ventilar ante el mundo las barbaridades que le hizo Piqué. Más discreta, algo parecido hizo Miley Cyrus en Flowers (el tema con el que ganó dos Gammy) cuando se divorció de Liam Hemsworth. Tampoco somos Frida Kalho, que dejó muy en claro en sus cartas y pinturas todo lo que sufrió por su relación con Diego Rivera. Un gesto más mundano tuvo Melanie Griffith, que se borró el célebre tatuaje con el nombre de Antonio Banderas. Pero como todas ellas, cada una de nosotras necesitamos, y también somos capaces de exorcizar, a nuestra manera, todo lo malo de nuestra última relación para encarar, más livianas y renovadas, la próxima.

Elige tu propio duelo

Según un estudio realizado a 833 personas por la Dr. Rozzana Sánchez Aragón en la Facultad de Psicología de México, el duelo por una ruptura amorosa es más difícil de superar que la pérdida por muerte. La razón principal: la añoranza del rencuentro; y además, saber que, quizás, ese ser que amamos locamente ya anda por ahí viviendo una nueva aventura.

La investigación confirmó que las etapas del duelo por amor tienen similitudes a las observadas en el duelo por muerte. Las personas pueden experimentar en las dos situaciones ira, negación, depresión y aceptación. Otra de las conclusiones es que los

individuos manejan de manera diferente su duelo, dependiendo de cómo terminó esa relación (por infidelidad, por incompatibilidad, por cansancio, etc.) y quién la terminó. Son varios los profesionales que coinciden en que el proceso de duelo por ruptura amorosa es personal y complejo, porque no solo se pierde a la persona sino que se trata de muchas pérdidas: los sueños, las promesas sin cumplir, las expectativas, la imposibilidad de seguir haciendo lo mismo con esa persona, el proyecto de familia, las rutinas, los amigos en común.

¿El tiempo lo cura todo?

En líneas generales, desde la psicoterapia y según la psicóloga española Lucía Camín fundadora de Alcea, se pueden definir 4 etapas comunes: etapa de shock, donde la ruptura parece no tener sentido, hay confusión y angustia por quedarse sola; etapa de negación: no lo podemos creer, decidimos mantenernos ocupadas y no pensar mucho en la separación; etapa emocional: donde aparecen los recuerdos, es posible sentir odio hacia la otra persona, miedo por no volver a encontrar pareja, o también tristeza y nostalgia; y etapa de recuperación: donde encontramos paz, tal vez asumimos que aprendimos algo de nuestros errores y volvemos a ser nosotras mismas.

¿Pero cuánto dura este ciclo? Por más que al principio pueda parecernos eterno, una vez más la respuesta es que se trata de algo muy personal, y que depende de múltiples factores, como las razones de la ruptura o el tiempo que llevaba la relación. Pero como los números nos tranquilizan, según distintos profesionales e investigaciones este proceso puede durar desde 3 meses hasta 2 años. La experiencia popular dice que un año es una medida justa para saber si ya esa historia con tu ex quedó atrás: luego de pasar el primer cumpleaños de los dos sin estar juntos, las primeras vacaciones de verano, un nuevo aniversario de la relación, las primeras fiestas separados, entre otros eventos habituales. Como el título de la canción de The Supremes, “No puedes apurar el amor”, lamentablemente tampoco se puede apurar la superación de una ruptura. Tomarnos el debido tiempo nos asegurará haber cerrado esa historia y poder empezar la siguiente con todas las energías puestas en que ahora sí va a funcionar.

12 pasos infalibles

Si bien no hay fórmulas mágicas, nunca están de más las recomendaciones, y cuando nos encontramos perdidas en esa nebulosa de sentimientos y emociones que nos atacan luego de una separación, además de llorar y llorar y llorar —y claro recurrir a la ayuda de un profesional si así lo queremos— quizás nos sirva seguir los pasos que propone Silvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional y autora de Diario de una ruptura.

1. Aceptá la pérdida

Es necesario normalizar que las pérdidas son parte de la vida de todas las personas, que ocurren con frecuencia y estás preparada para enfrentarlas. Si el que te dejó es el otro, si sus sentimientos cambiarios, no hay nada más por hacer que aceptarlo.

2. No sobrerreacciones

Quizás te arrepientas de algunas de las reacciones iniciales que podés llegar a tener (hablarle mal a todo el mundo de tu ex, hacer algún posteo ofensivo, rogarle para que vuelva). Lo mejor en este momento es calmarse, dejar que todo se vaya acomodando poco a poco, aunque nos cueste.

3. No te hagas la fuerte

Es imposible que luego de semejante impacto estés como si nada. Durante el momento de más tristeza no tomes ninguna decisión, no hagas nada para evitar esos bajones, solo seguí tu rutina y procurá estar con la gente que te hace bien. Decir “ya está, acá no pasó nada, sigo” va a prolongar la recuperación.

4. Dejá que el dolor fluya

No evites sentir rabia, enojo, angustia. Es conveniente permitir salir los sentimientos, pero sin dejar de avanzar e ir para adelante. Expresate, llorá, pero no te paralices. Una cosa es sentir dolor, otra que se adueñe de vos.

5. No te victimices

Darle mil vueltas al “por qué” solo te conduce a un loop donde es fácil perderse. Si te quedás en una zona donde toda la culpa la tiene el otro, no podrás obtener ningún aprendizaje de esta experiencia y quizás repitas algún patrón en tu próxima relación.

6. No idealices a tu ex

Intentá no mirar sus fotos a cada rato, ni escuchar su canción favorita, tampoco ponerte el buzo que dejó en el fondo del placard. Si no funcionó, seguro hay más de una razón. Recordá: esa persona no es la única en el planeta. Aunque ahora te parezca imposible, pronto te vas a dar cuenta de que ahí afuera hay muchas posibilidades más e incluso mejores.

7. Intentá distraerte

Los primeros días, esos donde el mundo se cae a pedazos y cuando los pensamientos no paran, en lugar de hacer maratón de películas románticas salí a la calle, despejate, tomá un café con amigas y paseá por la ciudad como si fueras turista.

8. Despedite de las redes sociales (por un tiempo)

Son el enemigo número uno de las rupturas. No revises su perfil, no veas sus historias ni las de sus amigos, no postees fotos tuyas en la cama, mirando por la ventana en un día de lluvia o llorando. Tampoco mires una y otra vez las fotos que subieron juntos. Lejos de ayudar a olvidar a tu ex, esto hará que te obsesiones.

9. Salí con tu familia y amigas

Los momentos en soledad son importantes en este proceso, pero también hacer planes con la gente que querés y te hace bien. El equilibrio entre los momentos de introspección y compañía es la clave. Una advertencia: cuando estén con tus amigas intentá no hablar siempre de tu ex.

10. Subí tu autoestima al podio

Tal vez no es tu caso, pero de muchas relaciones salimos con el amor propio pisoteado o escondido en el subsuelo. Si bien estar en pareja no tiene nada que ver con la baja autoestima, si ese es tu caso, ocupate de repararla con paciencia así la próxima relación te encuentra hecha una diosa.

11. Aprendé a perdonar

Esto no lo vas a poder lograr al principio, pero con el tiempo todo se torna de otro color. Perdonar a la otra persona, pero también a vos misma, te permitirá dar vuelta la página y seguir adelante.

12. Disfrutá de tu nueva vida

Todo cambio es positivo, aunque todavía no lo puedas ver. Seguramente hay una parte de tu soltería que te encanta y es indudable que se abre un mundo de posibilidades en todos los sentidos y que antes no tenías en cuenta. Hacé todo eso que habías postergado, volvé a conectar con amigos de etapas previas a ponerte en pareja, ocupate de vos, de tu espacio, de tus afectos.