Claves para mantenerte tranquila y productiva (en casa, durante el brote de coronavirus)

Claves para mantenerte tranquila y productiva (en casa, durante el brote de coronavirus)

Alterar la rutina por una emergencia no es precisamente relajante ni inspirador. Las compañeras de ELLE USA comparten su experiencia para mantener la mente en paz durante la pandemia.

19/03/2020 15:24

A esta altura, seguro ya sabés que deberías quedarte en casa. Tus amigas lo dicen, los expertos lo dicen, hasta Ariana Grande lo dice.

Al mantenernos lo más lejos posible el uno del otro, estamos ayudando a detener la propagación del nuevo coronavirus y, a su vez, ayudando a los hospitales y trabajadores de la salud a estar abarrotados y abrumados.

A medida que nos acomodamos a esta nueva cotidianidad de pasar mucho, mucho más, tiempo en casa, aparece la pregunta: ¿cómo mantengo una sensación de normalidad en estos tiempos extremadamente anormales?

Entre las compañeras que ELLE USA estuvimos intercambiando todas las estrategias que estamos descubriendo lentamente.

“Me da vergüenza confesar cuánto amo las reglas, incluso si son autoimpuestas”, compartió nuestra editora adjunta Jessica Roy, antes de explicar cómo está haciendo un horario detallado para ella todos los días.

Otros consejos incluyen:

1. Anotar metas individuales para cada día. Ejemplo: “leer 50 páginas de un libro”.

2. Buscar videos de entrenamiento en casa. Incluso consultar si hay profesores que estén programando rutinas en vivo. Así, tenés un tiempo designado para no trabajar y al mismo no dejarás de estar activo. Averigüa (por redes) si ofrecen algo en el gimnasio de tu barrio.

3. Agendá encuentros vía FaceTime, Zoom o simple video llamada de WhatsApp con tu familia y amigos. Hagan planes para cenar juntos: sí, comida virtual compartida.

4. Pensate un momento de relax para después del trabajo. Si, como si estuvieras volviendo de la oficina a casa. A las 18.30 empezás a ver una serie, leés ELLE, te preparás un aperitivo y lo tomás en el balcón… Cualquier cosa que indique el día laboral ha terminado.

5. Levantate a la hora habitual y (mientras esté permitido, no tengas síntomas ni condiciones de riesgo) hacé una brevísima caminata que te renueve.

6. Ayudá a que la economía no se detenga por completo. Si podés, programá tu sesión de terapia vía Skype y transferile los honorarios. También podés comprar gift cards y mandarlas de forma virtual: consumís, levantás el ánimo de los otros y proyectás algo lindo para hacer cuando todo esto paso.
7. Practicá ejercicios simples para manejar la ansiedad. Poné la música que te serena, mirá el cielo.

Además, la psicóloga Mary K. Alvord también nos dió su consejo experto para mantenernos productivas y tranquilas. “El núcleo de la capacidad de recuperación es el pensamiento y la conciencia de que, si bien no podés controlar algunas cosas que están pasado, sí podés manejar aspectos de tu vida”.

¿Cuáles? Para quienes que trabajan desde casa, ella sugiere ir variendo la actividad. En la oficina, los descansos surgen naturalmente: vas por un café, hablás con alguien, te levantás a la impresora y estirás. Cuando estás en casa, es esencial programar esas pausas y mantener el ritmo para mantenerse productivo.

Obligarte a mover el cuerpo es importante. Sobre todo, si pasás mucho tiempo en reuniones frente a la cámara web. Según la psicóloga Inna Khazan, “hay quienes les resulta más agotador interactuar virtualmente que en persona. Sería útil programar cortes de 15-20 minutos entre las citas, para tener la oportunidad de recuperarse”.

También tenés que poder pedir ayuda cuando la necesites. Khazan explica que trabajar desde casa puede hacernos sentir que tenemos que resolver todo por nuestra cuenta. Eso puede aislarte más y generar aún más ansiedad. “En un lugar de trabajo típico, es fácil asomarse a una oficina y hacer una pregunta. Hay que hacer lo mismo por chat desde casa”.

Del mismo modo que es recomendable mantener una rutina con sus compañeros de trabajo, hay que hacer lo mismo con amigos y familiares. Cuidar a todos los que amamos. “Seguimos escuchando el término ‘distanciamiento social”, dice Alvord. “Pero la clave es tener distancia física manteniendo una conexión social”.

Si al estar aislada estás más ansiosa de lo normal, Alvord recomienda realizar respiraciones profundas soplando aire como si estuvieras inflando un globo. El acto de soplar automáticamente te hace respirar profundamente.

Khazan también nombrar los sentimientos para poder administrarlos. Definir si tenemos “preocupación” o “incertidumbre” o “miedo”. Ser amable con una misma y tratar de mantener el optimismo.

“Esto no durará para siempre”, recuerda Alvord. “Puede parecer y ser mucho tiempo, pero no es para siempre”.