J.J. Martin
La periodista norteamericana -devenida en diseñadora “italiana” con su marca La DoubleJ- tiene un hogar tan colorido, ecléctico y divertido como su estilo personal.
Al ingresar a su casa se entra en otra dimensión: una especie de caleidoscopio lleno de estampados vibrantes y con una potente aura de “sciura americana”. No es casualidad que Jennifer Jane Martin -ahora conocida por todos como J.J.- fuera definida en los primeros tiempos por el New York Times como “la genial sciura”.
Hace 21 años, la ex directora de marketing de Calvin Klein se enamoró de un italiano y dejó la Gran Manzana para radicarse en Milán. Fue corresponsal de moda de los medios más prestigiosos de su país y en 2015 lanzó el sitio de e-comerce de La DoubleJ, que pronto se convirtió en una marca exitosa y todo terreno. Su hogar está escondido en un hermoso edificio de 1910 en el corazón de Milán, y casi parece una extensión de su boutique (en el N° 10 de la Via Sant’Andrea), porque el espectacular vestuario, los accesorios y los objetos de decoración y diseño cobran vida en varios ambientes.
“Siempre me ha intrigado el encanto indiferente la sciura -palabra que en dialecto milanés designa a una señora de alta sociedad-, que combina la elegancia doméstica con el instinto profesional”, confiesa. Sus vestidores -tres en total- son el mejor reflejo de esto. El primero, como una habitación de invitados doble, es el de temporada: allí amontona meticulosamente las prendas más pesadas, como las nuevas de La DoubleJ, plumíferos estampados tiger tiles, abrigos de firma, pieles sintéticas de colores y omnipresentes diseños vintage. El segundo es el de uso diario, con piezas que viste regularmente, mientras que el último es un pequeño “santuario de ropa” de los inicios de su carrera, cuando todavía era periodista. “Son verdaderos tesoros adquiridos a lo largo del tiempo y reliquias familiares. Hay prendas de Oscar de la Renta, un vestido bordado a mano de los años '60, otro de William Vintage en Londres y varios caftanes de Guatemala”, explica.
El toque minucioso de J.J. llega a todas partes de la casa, e incluso influye en los accesorios. Los zapatos en particular están todos alineados como escolares en ordenadas filas a lo largo del corredor. “Yo no compro cosas de más: mi práctica espiritual tiene que ver con la totalidad de conciencia, lo que significa compras conscientes. Antes pensaba que ir de shopping era una expresión de mi creatividad, pero cuando se empieza a entender la riqueza interior y a creer en lo que has creado, nunca más se necesita la compulsividad”, dice. Sin embargo, en toda regla hay una excepción: ¡los zapatos! “De vez en cuando me doy el gusto. Soy una fanática de las sandalias planas (como las peludas que encontré en el placard de de mi madre en Los Angeles), las de Proenza Schouler o las de Loewe (que llevo a todas partes todo el tiempo). Pero, sobre todo, del famoso y comodísimo modelo ‘Fussbet’ de Marni. Obviamente, también estoy enamorada de las Vans Checkerboard: me encanta jugar con sus estampados y diseños (tanto que junto con los jeans, la remera de La DoubleJ y el delantal, son parte del uniforme de mi tienda)”, confiesa.
Del mismo modo que en el local de La DoubleJ, la meditación se apodera por completo de una habitación. Medio vacía, con una especie de altar lleno de piedras preciosas (especialmente turquesas), joyas espirituales, cristales, aceites y el arcángel Zadkiel que limpia el campo energético, es el sitio que J.J. Martin utiliza durante su práctica de yoga. Su desafío fue combinar dos mundos, aparentemente no relacionados -la moda y la espiritualidad-, en un mix entre lo antiguo y lo nuevo, lo místico y lo terrenal, con un plus de estilo sciura moderno.
“La meditación conecta tu espíritu y tu energía. Y cuando uno está conectado, entra en un flujo de creatividad y serenidad. Los estampados y los colores son portadores de felicidad. No en vano el lema de La DoubleJ es “Eleva tu vibración”, dice y concluye con un último consejo: “El orden trae paz y te ayuda a organizar tus pensamientos; cuanto menos desorden haya a tu alrededor, mejor va a ser para tu mente”.
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