Procrastinar, el arte de “patear” para más adelante

Procrastinar, el arte de “patear” para más adelante

Es un acto involuntario en el que se acumulan las obligaciones y no podemos arrancar. ¿Cómo activarnos?

09/01/2020 19:07

De un tiempo a esta parte incorporamos una palabra a nuestro lenguaje: procrastinar. ¿Qué es? Tener cientos de correos sin leer en la bandeja de entrada, un informe para entregar en el día y pasan las horas y seguimos sin arrancarlo. Mirar el celular que vibra cuando tenés un examen final que requiere mucho para leer y analizar. Básicamente: el arte de “lo haré más tarde”, algo que nos produce aún más ansiedad.

“Si bien podemos identificar cuando ese sentimiento nos atrapa, es difícil lograr la concentración necesaria para seguir en eje y ocuparnos de lo que nos toca en ese momento, sin distracciones.

¿Cómo podemos ganar esta batalla? No es una misión imposible pero hay que ponerse en acción”, explica Santiago Bras Harriott, Director de Coaching Argentina.

SALIR DE LA PEREZA

Bras Harriott sugiere arrancar por fijar un objetivo. “Para no postergar siempre las cosas, es importante ejercer presión sobre uno mismo.

¿Por dónde empezar? Primero y principal, ser conscientes de que tenemos un objetivo a lograr, visualizarlo y comprender que si le quitamos la vista de encima o nos entretenemos con otra cosa, se nos puede pasar el tiempo y eso nos traerá mayores problemas. El típico lo dejo para después, nos juega en contra a nuestros propios intereses.

¿Y por qué lo pateamos igual? Porque sabemos que lo vamos a terminar igual, aunque eso nos genere una profunda ansiedad”.

Como segundo paso, el especialista recomienda llevar esta presión a la práctica: “Se puede empezar por poner una alarma en el celular buscando la manera de contárselo a alguien para que luego, cada vez que suene, nos recuerde si resolvimos esas tareas o no.

CHECK LIST

Otra opción es escribir lo pendiente en una agenda, en un papel en la billetera o en una nota en la puerta de la heladera. Simplemente, en algún lugar donde lo podamos ver todo el tiempo para darnos cuenta de que si no lo hacemos, la mente va a estar insistiendo permanentemente con un: ‘Che, hacelo’ y es desgastante.

Hablar con alguien sobre el objetivo a alcanzar, ayudará a visualizarlo. Ya sea poner en marcha un emprendimiento, terminar una tesis, redecorar un ambiente de nuestra casa, lo que fuere.

“El intercambio con otra persona tiene un impacto similar al de las alarmas en los celulares: que alguien nos pregunte cómo venimos con lo que tenemos que cumplir, nos recordará si avanzamos algo o estamos estancados”, aclara Bras Harriott y explica que lo mejor es hacer las cosas paso a paso para no abandonar las tareas. “Es mejor hacerlo progresivo.

El primer paso quizás sea bajo presión, el segundo puede ser que también pero ya el tercero va saliendo solo y deja de ser exigido porque automáticamente nuestra mente lo va a diagramar”, asegura.

IR POR LA POSITIVA

Siempre es más fácil “patearlo” que hacerlo. A veces sucede que aquellas cosas que no nos apasionan llevan un poco más de tiempo y de presión para concretarlo.

En esos casos, no tener ganas ni voluntad propia es moneda corriente, pero “en cualquiera de los dos casos, tanto si algo nos gusta pero nos da fiaca resolverlo como no nos interesa pero tenemos que hacerlo igual, se resuelven siguiendo los pasos mencionados anteriormente”.

La clave es confiar en uno mismo y activar esa presión interna que si sale de forma positiva, nos anima a ir siempre por más.