Es cuestión de parar y pensar dos veces antes de comprar. Aquello que creé que no le cambia a nadie, puede tener impacto en el presente y futuro de todo el planeta (y de nuestra existencia).
Se sabe que nuestra forma consumir y la industrialización tienen un impacto importante en el medio ambiente. Y que cada persona es responsable tanto del estado actual como del futuro de nuestro planeta. Podemos pensar que nuestras pequeñas acciones individuales no tendrán un impacto inmediato o importante en el medio ambiente, pero todos debemos comenzar por alguna parte.
Los primeros pasos encienden el movimiento para mejorar nuestro planeta y, si todos trabajamos juntos, los resultados pueden llegar mucho más rápido.
Por eso, compartimos cuatro formas de consumir con las que podemos lograr un estilo de vida más inteligente, responsable y consciente con el medio ambiente.
Hay versiones de nailon reciclado que tienen hasta un 50% de material biológico de maíz, mientras otros están coloreados con tintas de extractos. Por ejemplo, del procesamiento de la cáscara de cebolla, combinado con carbón de bambú, hojas de índigo y aceitunas que crean una variedad de hermosos tonos.
2. PONERTE DE PIE
Un estilo de vida activo puede mejorar enormemente su salud física y mental. Caminar, más áun después de lo que aprendimos a cuidarnos este año, es la mejor opción: para vos y para el medio ambiente. Vale para ir al supermercado como para mejorar tus circuitos.
¿Por qué vas al médico en la otra punta de la ciudad? ¿Acaso no hay ningún buen profesional a menos de 30 cuadras? Revisalo, seguramente si. Y si está teniendo un día estresante, dejar el celular, mirar al cielo y salir a dar una vuelta a la manzana, también es bueno para vos y para todos.
Revisá tu guardarropas de verano y seleccioná las telas más livianas y frescas. Lo mismo si te vas a comprar nuevos ítems para renovar, elegí aquello que no te pese ni te haga transpirar.
4. COMPRÁ MEJOR
En el supermercado o las tiendas de alimentos, preocúpate por el origen de los productos que comprás. ¿Dónde se produjo? ¿Cuánto viajó para llegar a tu barrio? El impacto ambiental baja si la cadena agroalimentaria es más corta. Se reducen costos de distribución y se baja el impacto ambiental.
Siempre elegí frutas y verduras de estación. A esta altura del año ya no compres mandarinas aunque sean tus favoritas. Comer aquello que está en temporada es, primero, más saludable, pero además es mejor para tu bolsillo y para el planeta, porque habrán menos conservantes y manipulación involucrada.
¿Otra clave? Aunque parezca ya una obviedad, siempre recordá ahorrar en bolsas plásticas y, en sintonía con eso, elegir productos con la menos cantidad de embalajes, tanto plásticos como de papel. ¿Qué sentido tiene que el té esté en un saquito, adentro de un sobrecito, adentro de una caja, envuelta en celofán o nailón? Si lo pensás así, quizás te respondas que no tiene razón. Podés empezar a comprar té en hebras en una dietética o una casa especializada.
También podés comprar mejor cuando se trata de moda. Priorizar las prendas premium que duran mucho tiempo sobre las tendencias baratas es realmente la opción más sensata. Comprar menos, pero mejor, debería ser algo a considerar al invertir en tu guardarropa. Es posible que esa compra de moda rápida o antojada no hay impactado tanto en tu billetera. Pero si solo dura unos pocos usos, ¿cuánto está ahorrando realmente?